Violeta: Favorece la meditación, es tranquilizante y mejora desequilibrios nerviosos.
Rojo: Da energía, vitalidad y autoconfianza, combate la depresión.
Amarillo: Brinda optimismo y fortalece el sistema nervioso.Verde: Ideal para el corazón y para regular la presión alta. Tiene un efecto relajante y calmante.
Anaranjado: Contribuye a dar energía intelectual y capacidad de compresión.
Celeste: Tiene un poder sedante, relajante, analgésico regenerador.
Azul: Mejora la visión y la audición. Libera de temores e inhibiciones.
Enseñemos a nuestros hijos que, cuando se deshacen de las cosas que ya no les agrada dejan sitio o lugar para las cosas nuevas que realmente les interesan en esos momentos.
Observemos el crecimiento de nuestros hijos y reorganicemos con ellos sus dormitorios convenientemente de acuerdo a su edad. ¡Hagámoslos participar!.
Con ustedes , amigas y amigos será hasta el próximo artículo con otro tema interesante y trascendente para compartir con cada uno de vosotros, y que Nuestro Padre Celestial os Bendiga.